Como ayudar a nuestro hijos disléxicos

04/03/2017


Hola a todo aquel padre o madre que esté en mi misma situación y no logre entender cómo ve las cosas una niñ@ con dislexia.
Este mundo, el de la dislexia, es algo así como meterse en la dimensión desconocida. ¿Por qué digo algo como eso? Fácil, no se entiende que a cierta edad no sepan colocar las letras en su lugar, no sean capaces de leer sílabas de tres letras, su letra sea ilegible... y cosas por el estilo que se van complicando con los años, a medida que el nivel de estudios aumenta.
El día de hoy os explicaré mi caso y, poco a poco intentaré daros consejos que a mí me han ido genial y espero que también a vosotros. Sé que no es fácil y que la paciencia en esta situación es colosal, no solo por la dedicación que requieren est@s niñ@s en casa, porque sí, debemos dedicarles nuestro tiempo y esfuerzo, que se sientas valorados y entendidos, sino por la escasa ayuda que se recibe de las entidades públicas.

Bien, he de decir que tengo la grandísima suerte de ser una madre disléxica. Sé que much@s no pensaréis esto, que creeréis que estoy como un cencerro, pero digo lo de grandísima porque mi hijo también lo es y gracias a eso me di cuenta desde P3, aunque no me hicieron caso en la escuela hasta que llegó a tercero y su profesora pensó lo mismo que yo. Desde ese momento he trabajado codo con codo con él.
Al ser una persona disléxica durante mi propio aprendizaje, cree herramientas de propias de manera innata que me ayudaron a superar mis estudios, satisfecha de mi trabajo.
Esas herramienta, sin ser consciente en su momento de que las había creado para mi uso, las he estado usando con mi hijo, ahora adulta y consciente de lo que me sucedía en mi juventud.

Por último, antes de dar mis humildes consejos, recalcar que no soy ni psicopedagoga ni una profesional, tan solo soy una madre que quiere echar una mano a padres que se sientan perdidos o abandonados en un Mundo Desconocido

CONSEJO 1: Este puede que sea el más importante de todos y el que debamos recordar mientras nuestros pequeños crecen. Tened la paciencia de un Titan y recordar siempre que ellos no ven las cosas de la misma manera que la veis vosotros.

06/03/2017

CONSEJO 2: No siempre es fácil, pero todos disponemos de una pared blanca. Escoged una en la que el/la niñ@ vaya a estudiar y colocar una pizarra para rotuladores borrables (lo que es lo mismos, una pizarra blanca), comprad un montón de rotuladores de diferente colores y animarlos a que los usen cuando lo necesiten. Para realizar ejercicios de matemáticas, aprender los nombres de las partes del cuerpo, separar palabras por sílabas... todo dependerá de la edad de cada niñ@. 
Hace años que la tengo y puedo asegurar que va genial. No tiene nada que ver aprender de esta manera con la manera tradicional, se convierte en algo mucho más divertido por el hecho de pintar con rotuladores y al aumentar el tamaño de lo escrito se visualiza mucho mejor, ya que no debemos olvidar que casi el cien por cien de los disléxicos utilizamos la memoria visual.
La pizarra les encanta ya que suelen colocarse en el lugar del profesor cuando explica la lección, utilizando muñecos a los que enseñan, o a nosotros, pero eso nos toca hacer de alumnos.
También nos ayuda a nosotros cuando les hemos de explicar algo, ya que podemos hacer visible lo que necesitamos que comprendan.

23/03/2017

Lo sé, sé que hace mucho que no añado otro consejos, pero he estado liada con los exámenes de final de trimestre. Por suerte cada vez me necesitan menos.

CONSEJO 3: Leed cada día con ellos si es posible. Con esto no quiero decir que esteis pegados, pero sí que prestéis atención a cómo leen ya que es habitual que se atasques. Darles un pequeño empujoncito para que acaben de leer esa palabra que se les ha quedado atragantada y si se ponen nerviosos explicarles que no pasa nada, que respiren y vuelvan a empezar ya que no tenemos prisa.
Es buenos que nosotros leamos con anterioridad el libro para que de esta manera sepamos de qué va. Normalmente sus lecturas suelen ser lentas y silábicas, lo que es lo mismo, a trompicones y corremos el peligro de perdernos durante su lectura y no saber de qué va la historia. Cuando acabe la lectura es bueno que le pidamos que nos explique de qué va la historia y de esta manera saber si su comprensión lectora es buena o también debemos trabajarla (es fácil encontrar ejercicios en internet).
Este no es un proceso de semana o meses, sino que dura años y por ello no debemos preocuparnos si vemos que mejora muy lentamente o se estanca. Es como una montaña rusa, a veces arriba a veces a bajo.
Lema para el tema de la lectura: Sin prisa, pero sin pausa.
Sobre todo y fundamental, nuestro apoyo hacia ellos y explicarles tantas veces como sea necesarios que lo conseguirá y nosotros estaremos a su lado para lo que necesiten, pero que leer es importantísimo para mejorar también en la escritura. Son dos cosas que van de la mano.

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